sábado, 3 de octubre de 2015

En nuestros países se desconoce en gran medida, el impacto de la Física Cuántica y la investigación en Física Básica, sobre nuestro modo actual de vida. Principalmente en los países subdesarrollados prevalece un criterio entre quienes dirigen los sectores académicos, políticos e industriales, según el cual invertir en ciencia básica es menos  beneficioso que invertir en investigación aplicada. Henrick Casimir, excepcional por el hecho de que no sólo contribuyó al conocimiento de la Mecánica Cuántica, sino que también fue el director de los laboratorios de investigación de la Philips en Holanda, y por lo tanto tuvo experiencia  en investigación académica como industrial, refutó ese punto de vista de forma memorable:
“He oído manifestaciones de que el papel de la investigación académica sobre la innovación es despreciable.  Es la tontería más escandalosa con la que mi suerte me ha deparado tropezar.
Sin duda alguna, uno puede especular ociosamente si los transistores hubiesen sido descubiertos por personas que no hubiesen estado entrenados en, y que no hubiesen contribuido a la mecánica ondulatoria o a la teoría de los electrones en los sólidos.  Pero ocurre que los inventores de los transistores eran versados en, y contribuyeron a, la teoría de los sólidos.
Uno puede preguntarse si los circuitos básicos de los computadores podrían haber sido encontrados por gente que quería construir ordenadores. Pero, ocurre que fueron descubiertos en los años treinta por físicos que se ocupaban de contar partículas nucleares porque estaban interesados en la física nuclear.  Uno podría preguntarse si se hubiese hallado la energía nuclear porque la gente quería nuevas fuentes de energía o si la urgencia de tener nueva energía hubiese conducido al descubrimiento del núcleo. Quizá, pero ocurre que no sucedió de esa manera y que fueron los Curies y losRutherford  y Fermi y algunos cuantos más.
Uno podría preguntarse si existiría una industria electrónica sin el descubrimiento previo de los electrones por gente como Thomson y H. A. Lorentz.  De nuevo no ocurrió de esa manera.
Uno puede incluso preguntarse si las bobinas de inducción de los motores de los coches hubiesen podido ser construidas por compañías que querían hacer transporte motorizado y si se hubiesen tropezado con las leyes de la inducción. Pero las leyes de la inducción habían sido encontradas porFaraday muchas décadas antes.




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